Corea del Norte y el declive hegemónico occidental por Alonso Opazo

Militares norcoreanos se encuentran como funcionarios activos en la guerra de Rusia-Ucrania, demostrando el potencial de la(s) alianza(s) fuera de occidente, y como esta(s) presentan un riesgo inconmensurable para el Sistema Internacional en su totalidad. «La crisis consiste precisamente en el hecho de que lo viejo muere y lo nuevo no puede nacer: en ese interregno se verifican los fenómenos morbosos más variados».

Gramsci es reconocido principalmente por ser uno de los fundadores del Partido Comunista Italiano, y, fundamentalmente en la comunidad académica, por su conceptualización de crisis, interregno, y hegemonía, conceptos más bien atemporales, que pueden ser (y son) aplicados y estudiados en nuestros días para el análisis político internacional. 

Corea del Norte, a pesar de su realidad usualmente hermética y distante del mundo, en nuestros días es posiblemente el actor internacional más cercano a lo que Gramsci postulaba, no esencialmente por los fenómenos morbosos acorde a la percepción que tenemos actualmente sobre el morbo, sino que por su posicionamiento antihegemónico, recientemente evidenciado en sus alianzas comerciales y armamentísticas con China y Rusia, respectivamente. El país asiático representa lo que Gramsci planteaba; la incapacidad de control por parte de las potencias hegemónicas para con un país demográficamente nimio, pero con un poder material armamentístico sobrecogedor, el cual representa, un riesgo en corto y mediano plazo para el bloque occidental, especialmente si se considera su unión con Rusia, posiblemente el único Estado con una capacidad militar cuantitativa similar a Estados Unidos. 

De acuerdo con la contextualización temporal en la que Gramsci vivió, los regímenes totalitarios se encontraban en ascenso en gran parte de Europa con el nacional socialismo y el fascismo, y en Eurasia con la consolidación de los socialismos reales al mando de Stalin. Estos representaban los fenómenos morbosos surgentes de su época. A su vez, Corea del norte corresponde a la materialización más próxima de un régimen totalitario del período entreguerras en la actualidad, con diferencias materiales eventuales debido a las divergencias geográficas y socioculturales.

En síntesis, de acuerdo con las conceptualizaciones gramscianas mencionadas previamente, Corea del Norte representa efectivamente los fenómenos morbosos que el filósofo italiano planteaba: manifiesta el declive hegemónico de EE.UU y occidente para con el orden mundial emergente, evidenciando con fuerza el declive hegemónico en el que vivimos. Si occidente, como bloque, no logra ejercer su hegemonía en la república comandada por Kim Jong-Un a nivel de control armamentístico, y a las alianzas de bloques emergentes como el BRICS+, efectivamente nos acercamos al nacimiento de un nuevo mundo. Lo que queda por preguntarnos es: ¿En que posición quedará Latinoamérica en este nuevo mundo?

Alonso Opazo

Licenciatura en Estudios Internacionales

Universidad de Santiago de Chile